LIMPIEZA Y ORDEN EN EL LADO OSCURO DE LA
CASA (PARTE II)
En
casa, los cuartos se distribuyen en un patio en la entrada de la casa, después
esta la puerta que da a la sala, el comedor y la cocina, después se encuentran
dos recamaras y el baño, la parte de la zotehuela mi familia y yo hemos puesto
cosas que ya no utilizamos, además de un poco de herramienta y un poco de
material que quedo de la barda que se colocó.
También
está un refrigerador pequeño que utilizamos para guardar más herramienta y
algunos rollos y pedazos de tela que sobraron cuando se hicieron fundas para
almohadas y cortinas. Al no poderse cerrar correctamente la puerta del
refrigerador, cuando llueve algunas gotas entran y mojan la herramienta, por lo
que esto ha provocado un poco de óxido en algunas de ellas. Dado que las cosas
están encimadas y mal acomodadas se ha ido acumulando y no hay el suficiente
espacio para pasar más allá de las cosas.
Esta situación limita a poder tender la ropa ampliamente
y no tener un pasillo libre al fondo de la zotehuela, de acuerdo con el enfoque “CTS” (Ciencia, tecnología y
sociedad). Una solución a este problema es el siguiente:
Primero es necesario revisar lo que sirve, lo que se
puede reutilizar y lo que ya no es útil.
De esta manera se ira seleccionando y organizando poco a poco el
espacio. Al haber terminado de seleccionar lo que sirve y lo que no, considero
que es necesario pasar con las herramientas más pesadas, además de mover el refrigerador
requeriré de ayuda, por lo tanto mi hermano y mi papá me ayudarán con ello.
Los pedazos de tela serán seleccionados por mi mamá,
ya que ella conoce más sobre la utilidad que se le pueda dar a la tela y a los
pedazos pequeños, dado que ella es costurera sabrá qué es útil y en que lo
pueda utilizar. Al haber hecho la selección de las herramientas, las telas y los
materiales de la obra, procederemos a hacer los movimientos necesarios para
acomodar las cosas e ir sacando lo que ya no es necesario tener.
Para poder hacer algo nuevo y práctico con las
telas, además de las fundas, sabanas o bolsas, en internet buscaríamos y seleccionaríamos
algunos tutoriales de cómo hacer más diseños, como prendas o alguna otra cosa
donde se ocupe útilmente la tela. Asimismo
mi mamá podría tener un panorama más amplio de que poder hacer con los retazos
de tela, e incluso en las costuras que llega a hacer en algunas prendas.
En cuanto a las herramientas que tienen oxido,
buscaremos la forma de limpiarlos y quitarles todo el óxido, ya sea con
productos comprados en la tlapalería o buscando tutoriales en internet, de cómo
quitar el óxido con productos caseros.
Optando por los productos caseros, encontré en el
internet lo siguiente:
1.
Limón y sal
Cómo lo aplicamos: tenemos que cubrir generosamente
el área oxidada con una capa de sal, cortamos un limón (o una lima) por la
mitad y exprimimos el jugo sobre la sal. Dejemos que la mezcla se asiente,
luego se restriega el óxido con un trozo de la cáscara del limón. Si queda
óxido, repetimos el procedimiento y dejamos que la sal y el jugo reposen
durante una o dos horas más, hasta que el óxido desaparezca por completo.
Enjuagamos y secamos bien.
Ideal para: esas manchas de óxido no tan difíciles
ni viejas. Es una gran aliado hasta para limpiar los cuchillos de cocina que
tienen rayas o manchas de óxido (especialmente los que son muy viejos)
Ventajas: es un método mínimamente abrasivo, y
utilizamos materiales que todos tenemos en casa.
Desventajas: hay que ser cuidadoso al momento de
manipular la herramienta que se está limpiando. Usemos guantes protectores y,
de ser necesario, algún protector para la cara así minizamos al máximo el
riesgo de accidentes.
2.
Vinagre
Cómo lo aplicamos: debemos sumergir la herramienta
y objeto a limpiar en vinagre blanco y dejarlo reposar durante la noche. Al día
siguiente, lo retiramos del vinagre y lo raspamos con un cepillo de metal o
lana de acero. Si no es posible sumergir en vinagre la herramienta que queremos
limpiar, podemos aplicar el vinagre empapando unos trapos con él y envolver con
ellos el área oxidada.
Ideal para: manchas de óxido significativas que
tenemos en herramientas o elementos que son de acero y que podemos sumergir sin
comprometer la integridad de otros materiales o superficies.
Ventajas: es un método casi sin esfuerzo. Lo
sumerges, lo dejas allí y te olvidas hasta el día siguiente… casi sin esfuerzo.
Desventajas: tenemos que sumergir el objeto a
tratar durante la noche, por lo que nos llevará un tiempo obtener resultados.
3.
Bicarbonato de
sodio
Cómo lo aplicamos: primero tenemos que enjuagar la
herramienta y objeto de metal que queremos limpiar y quitarle el exceso de agua
(sin secar). Tomamos el bicarbonato de sodio en polvo (que se va a adherir sin
problemas a las zonas húmedas), y cubrimos bien todas las áreas que tengan
óxido. Dejemos la herramienta reposar por una hora más o menos, y luego la
frotaremos con lana de acero o un cepillo de metal, eliminando el óxido hasta
llegar al metal. Al terminar, enjuagamos bien y secamos con una toalla o trapo
limpio.
Ideal para: manchas de óxido menos severo, como por
ejemplo bandejas para hornear, manchas óxido ligero en la superficie de
herramientas y para objetos de metal delgado.
Ventajas: es un método verdaderamente simple en el
que empleamos un ingrediente común y barato que todos tenemos en la cocina de
casa.
Desventajas: nos tomará una hora antes de que
realmente podamos comenzar a eliminar el óxido de la superficie. Siempre
debemos combinarlo con la utilización de lana de acero o estropajo.
Por tanto al tener acceso a cualquiera de estos
ingredientes, será fácil poder hacer la prueba con alguno de ellos, tomando en
cuenta las medidas necesarias para evitar cualquier accidente que perjudique al
cuerpo. Después de ello, se valorará si realmente esos productos lograron quitar
el óxido y sin ningún inconveniente.
Posteriormente se lavaría el patio para limpiar las
marcas que han acumulado de polvo y oxido. El refrigerador no considero que
debamos tirarlo, solo deshacerse de las piezas que están dentro para que quede
un espacio amplio y se guarde la herramienta y alguna otra cosa que sea útil
para la casa. Para la limpieza se requerirán pocas cosas, entre ellas: una
escoba, dos cubetas una que contenga detergente y desinfectante y la otra que
sea de agua limpia, cabe destacar que las cantidades en cada cubeta serán distintas,
el agua limpia estar a ¾ de la cubeta y de ser necesario de volverá a llenar
nuevamente. En cuanto al agua con jabón será a 1/4 de cubeta con
aproximadamente ½ taza de jabón.
Finalmente se realizarían algunos detalles que
adornen el espacio, quizá podríamos colgar unas macetas y sembrar semillas de
algunas verduras, como jitomate, chile y pimiento morrón, claro está que antes
de hacerlo se deberá consultar información para ver en qué condiciones se
pueden cultivar y cosechar. En esta actividad involucraría a mi hermano menor,
ya que a él le gustan las plantas, sembrar y cuidarlas, de esta manera toda la
familia participaría en la actividad.
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